"Ninguna sociedad puede funcionar si sus miembros no mantienen una actitud ética. Ningún país puede salir de las crisis si las conductas inmorales de sus ciudadanos y políticos siguen proliferando con toda impunidad" (Cortina, Adela (2014) ¿Para qué sirve realmente la ética? Parte I)
La ética no es el conjunto de normas, ni tratados, ni leyes que debamos acatar y cumplir obligados, sino que la ética es una disposición integral que nos va a facilitar la convivencia.
A lo largo de nuestra vida, vamos adquiriendo preceptos e instrucciones sobre las anteriores experiencias, estas enseñanzas nos ayuda a tener una visión y actuación ante los hechos que vivimos a diario y ante los infortunios que nos presenta la vida, esto nos ayuda a adoptar una táctica ante la muerte, nos ayuda andar jovialmente por la vida.
Nuestras acciones en la vida van a ser influenciadas por la ética, así mismo la ética establece una conducta a seguir ante los hechos que cotidianamente se presentan.
¿Para que sirve realmente la ética? (Parte I)
"Los seres humanos somos inevitablemente morales", Es tan normal como nuestro mismo ser, como nuestro peso, como nuestro color de piel, somos estructuralmente éticos.
Todos tenemos un carácter, el cual nos ayuda a tomar decisiones, ya sea buenas o malas, en la vida personal o bien sea en la vida pública.
Citan los griegos, que día a día debemos entrenarnos para actuar bien, o sea, tomar buenas decisiones, para ir generando inclinaciones o preferencias, que en el ámbito de la ética es conocido como las virtudes, cuya palabra hoy en día no es un halago, sino todo lo contrario, vendría siendo un insulto.
Las personas necesariamente se van formando voluntades día tras día, y lo mejor para nuestras vidas seria forjarnos las mejores preferencias, en nuestro diario vivir debemos buscar cultivar las virtudes y no los vicios.
Las virtudes ayudan en gran manera a crecer al ser humano, ya que promueven la búsqueda constante de la felicidad, quien hace sentir al individuo realizado.
Para alcanzar la ética, hay que forjarse un buen carácter, y de esta forma estar mas cerca de la felicidad que la desdicha.
(Parte II) A nuestra capacidad moral, podemos apostar por hacerla fecunda, por sacarle un buen rendimiento, o podemos dejarla como un terreno inculto, con el riesgo de que algún avisado lo desvirtúe construyendo en él una urbanización.
El ser humano debe ser altruista, deben invertir sus propios recursos en el bienestar de otros, de esta manera ayuda a conservar una sociedad, la propensión a cuidar está inserta en nuestra naturaleza, es básica para mantener y reproducir la vida, y no es sólo cosa de mujeres. Exige, además, respeto por lo valioso y vulnerable, la Tierra y todos los seres vivos. Somos corresponsables del bienestar y bienser de otros, no sólo de nuestros cercanos.
(Parte III) Los seres humanos estamos dispuestos no sólo a cuidar, sino también para favorecer. En la vida real la totalidad de los juegos son cooperativos. La figura del homoeconomicus, que busca extender los ingresos, debe cambiarse por la del homoreciprocans, que se mueve no sólo por el cómputo de los dividendos, sino por las emociones y que está preparado para dar y recibir, así como de cooperar. Emociones como el de justicia son esenciales en el trabajo financiero. No podemos dejar de lado, que para lograr la colaboración no basta la imposición legal, y que estrategias como la vergüenza social puede ser un arma de doble filo. El camino más apropiado es la formación que es una tarea multi agente (escuela, familias, medios de comunicación, etc.).
